sábado, 5 de octubre de 2024

Isabel Torán Carré: la primera enóloga e ingeniera superior de España

Continuando con la idiosincrasia de mi tierra adoptiva, hoy voy a ahondar en la historia de la región del vino por antonomasia. Porque Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma líder en producción de este codiciado líquido.

La cultura vitivinícola se remonta a la era de los griegos, que introdujeron las vides y su cultivo de forma no permanente desde alrededor del siglo VIII a.C., según narran las obras clásicas de Homero o Hesíodo, entre otros. De aquellas primeras cepas llegadas por medio de las incursiones realizadas a través de la desembocadura del Ebro, nos quedan los vestigios arqueológicos hallados hasta la fecha por tierras aragonesas (especialmente ánforas), que así lo atestiguan.

No obstante, fueron los fenicios los que expandirían la actividad viticultora de forma consolidada a través de multitud de países mediterráneos entre los que, por supuesto, se encontraba España, difundiendo sus conocimientos e introduciendo diversas cepas aptas para la producción internacional y el comercio de la época.

No será hasta el siglo III a.C., hacia el año 206, en que Roma inicie la conquista Bética en busca de yacimientos mineros para explotar la riqueza de los pozos de Hispania, cuando se desarrolle un profuso análisis del cultivo del vino, y así queda constatado en tratados como De re rustica de Lucio Moderato Columela.

El estudio agronómico, parcela de varones desde tiempos inmemoriales, encuentra su punto de inflexión con la irrupción de una mujer en las postrimerías de la década de los años 30 del siglo pasado.

Y es que en la actualidad, según el Observatorio de la Ingeniería en España, la ingeniería agrónoma destaca como la rama de la ingeniería con mayor presencia de mujeres en nuestro país, alcanzando el 34 por ciento de los egresados totales en España. Esto supone un aumento considerable respecto al 20 por ciento que representan las mujeres en el resto de ingenierías. ¿Y quién fue la precursora de todas ellas? Isabel Torán Carré.













Finalizada la guerra civil, en 1939, esta mujer obtuvo su título haciendo historia para las mujeres en España.

Hija de un ingeniero de caminos, Dámaso Torán Garzarán, poco sabemos de su biografía, apenas unas breves pinceladas que la describen como una mujer culta, curiosa, apasionada por su trabajo y hondamente discreta.

Madrileña de nacimiento y de vida longeva (1914-2007), esta joven de orígenes turolenses parece que pronto se vio animada por la tradición familiar de varios miembros que ejercían la ingeniería de caminos, orientándose su interés hacia la ciencia

Dicen sus coetáneos que siempre fue una alumna aplicada y con un enfoque novedoso; ya que pretendía que el papel de la mujer fuera diferente al del hombre, sin imitar a este dentro de la cultura moderna, sino con la idea de crear ámbitos específicamente femeninos, preferentemente en el de la experimentación donde -aseveraba en sus declaraciones-, las mujeres de su época podrían encontrar un futuro próspero como investigadoras

Perteneciente a la exigua LXXVIII promoción, con tan solo 19 ingenieros, igualmente está considerada la primera enóloga española.

Colaboró con el padre fundador de la microbiología enológica de España, el que fuera vicepresidente del CSIC, el ingeniero agrónomo Juan Marcilla Arrazola, ampliando Isabel junto a este, el estudio sobre la formación del velo por levaduras en vinos andaluces de alta graduación. Un primer estudio científico en la modalidad (el de Arrazola), que derivaría en la institucionalización de la especialidad y en el surgimiento de la Sociedad Española de Microbiología, iniciando en Europa las investigaciones sobre transformación metabólica de los azúcares del mosto de uva en el etanol del vino, a través de los procesos de fermentación. 

Llegando a participar en Congresos Internacionales de Ingeniería Rural, Isabel también desempeñó su labor como vicetesorera de la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos (ANIA).

Hay que destacar que, desde que Pilar Careaga y Basabe obtuviera el primer título de ingeniera industrial para una mujer en España, allá por el año 1929, tuvieron que pasar 10 años para que Isabel Torán alcanzara a ser la primera en conseguir una ingeniería superior, y prueba de la dificultad de la hazaña es que solo 4 fueron las mujeres tituladas como ingenieras en España hasta el año 1950. Además, debieron añadirse otros 20 años más para que tan solo 4 mujeres siguieran la senda marcada por Isabel: Mercedes Aguado Marín (1951), Mª Carmen Nieto Ostolaza (1957), Mercedes Soler Sanz (1959) y Mª Luisa Pérez-Soba y Baró (1959).

De su carrera profesional, destaca su vocación por el servicio público, ya que ejerció como funcionaria del Estado ingresando en el Cuerpo de Ingenieros Agrónomos del Estado el 1 de abril de 1942, ocupando destino definitivo en la Jefatura Agronómica de Madrid.


Fuentes

Anuario de Historia Económica y Social de España 2, 1969, 9-68. José María Blázquez: Explotaciones mineras en Hispania durante la República y el Alto Imperio romano. Problemas económicos sociales y técnicos.

Fenicia

Historia de la vid y del vino

Así saqueó el Imperio Romano el oro y la plata de Hispania

Columela

Inicios de la microbiología enológica gallega

La agricultura es el sector con más mujeres ingenieras

Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos (curso 1935-1936)

Las primeras ingenieras industriales

Mujeres en la Escuela de Agrónomos: las pioneras

Las primeras ingenieras de España: cuando era inconcebible la presencia de mujeres ingenieros


Fotos

Molinos de Campo de Criptana (imagen libre de derechos)

Isabel Torán

 

 

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